No puedo pasar por encima del partidazo que se cascó ayer el Atlético de Madrid ante el Sporting de Gijón. Los cuatro goles son una maravilla, pero el Atleti fue más que cuatro zarpazos arriba. Fue solidez defensiva ante un Sporting que lo intentaba, como siempre, con buen juego, con tres mediapuntas jugones como Diego Castro, De las Cuevas y Carmelo. Pero si te estrellas contra la defensa rojiblanca y un portero de garantías y encima los de arriba del rival están en estado de gracia, con una confianza digna de un equipo ganador, te caen los cuatro goles que ayer les cayeron a los de Manolo Preciado.
El Atleti también fue eficacia y construcción en medio campo. No es que Raúl García sea un pelotero, que para eso ya tienen a Tiago y un futurible jugón como Fran Mérida. Es que al menos no se ralentizaba el juego cada vez que la pelota pasaba por los pies del pamplonica. Claro que ayuda y mucho que a tu alrededor se te muevan. En ese sentido, Quique ha conseguido implantar su filosofía: los cuatro de arriba ayer -porque hoy Jurado ya es del Schalke- no dejaron de tirar desmarques. Y si a eso se les unen dos laterales que físicamente están como toros, sobre todo Ujfalusi, en ataque creas situaciones muy peligrosas para el equipo rival.
A ver cómo evoluciona el equipo del Manzanares. Ayer dio muestras del estilo que Quique quiere dar a un equipo que tiene mucho jugo que sacar. Otra cosa es que la regularidad llegue. Y aún quedan 37 jornadas.
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